18 junio 2024

Tecnología y Deporte

A lo largo de la historia reciente, el deporte y la tecnología han estado cada vez más estrechamente vinculados. Las transmisiones en vivo, la indumentaria de los atletas, los dispositivos que miden el ritmo y la distancia, así como la incorporación del Video Assistant Referee (VAR), son ejemplos de cómo la tecnología se ha implementado en el deporte contemporáneo.

El análisis estadístico es otra manifestación significativa de la relación entre tecnología y deporte. En el fútbol, por ejemplo, hemos pasado de estadísticas simples, como el número de disparos a puerta, tiros de esquina o faltas cometidas, a contar con datos cada vez más detallados sobre el desempeño individual y colectivo.

Hoy en día, diversas plataformas e iniciativas profundizan en el análisis estadístico para extraer datos de los partidos y diseñar estrategias que mejoren el rendimiento de los equipos. Conceptos como los Expected Goals (xG), que miden la probabilidad de gol de un remate con valores de 0 a 1, o Expected Threat (xT), que evalúan el impacto de un pase, son fruto de la reinterpretación del Modelo de Markov. Este modelo establece que la probabilidad de que un evento ocurra depende únicamente del evento inmediatamente anterior. Así, se puede asignar un valor a una situación de juego específica y determinar su probabilidad de terminar en gol.

Esta nueva forma de interpretar el fútbol mediante tecnologías avanzadas y análisis estadísticos nos permite comprender que, detrás de un simple partido, ocurren muchas más cosas de las que solemos percibir. Entre las implicaciones prácticas están la creación de planes de rendimiento y mejora para cada jugador, el desarrollo de redes de reclutamiento y scouting acorde a las necesidades del equipo, e incluso la búsqueda de sustitutos ante la salida de jugadores clave.

A través del seguimiento en vivo de los partidos, podemos ver un incremento sustancial en el número de cuerpos técnicos que, en pleno partido, utilizan tabletas para monitorear el rendimiento y ajustar tácticas. Sin embargo, más allá de estos componentes tecnológicos, el fútbol sigue siendo un deporte con elementos aleatorios que pueden cambiar completamente un plan de juego o influir en las emociones de los jugadores.

Un ejemplo notable de la interacción entre tecnología, análisis y emoción en el fútbol ocurrió en 2012, en el enfrentamiento entre el Athletic de Bilbao, dirigido por Marcelo Bielsa, y el Barcelona de Pep Guardiola. El resultado final fue de 3-0 en favor del conjunto catalán. Tiempo después, el técnico argentino mencionó que recordaba aquel encuentro como un acto de generosidad de parte de ellos. Al terminar el partido, Bielsa le entregó a Pep un informe completo que había elaborado para la preparación del mismo. La respuesta de Pep ante este gesto fue reconocer que Bielsa sabía muchas cosas del Barcelona que él mismo desconocía. Bielsa mencionaba que esta información, al final de cuentas, terminó por no servir para ganar el partido, pero sí para entender una parte del juego y “estar en paz con el mismo”.

La tecnología y el análisis estadístico han transformado profundamente el deporte y, en particular, el fútbol. Sin embargo, la esencia del juego permanece intacta, recordándonos que, aunque podamos medir y analizar muchos aspectos del deporte, siempre habrá un elemento de imprevisibilidad y pasión que es imposible de cuantificar.