Ahora, del otro lado de la moneda: hace unos días hablamos sobre las “madrastras” y mencionamos que en México 33 de cada 100 matrimonios terminan en divorcio, y que la custodia compartida de menores se da en el 48.4% de los casos, según el INEGI. Aquí es necesario resaltar una cifra alarmante: 3 de cada 4 hijos de padres separados no reciben pensión alimentaria, y el 67.5% de las madres autónomas enfrentan la evasión de las obligaciones por parte de sus exparejas (INEGI). Es preocupante cómo muchos evaden su responsabilidad económica, como si mantener a sus propios hijos fuera una carga. La idea de ya no estar con la madre de sus hijos y que ella reconstruya su vida con otra persona, sea feliz y le vaya bien, parece ser el motivo por el cual erróneamente creen que el dinero de manutención es para ella y su actual pareja, cuando no es así. Tu hijo o hija es tu responsabilidad.
Exigen mitad y mitad en los gastos de sus hijos, pero no aplican la misma mitad y mitad en el compromiso del cuidado y la crianza. ¿Quién está presente cuando los niños se enferman, cuando hay que ayudarlos con las tareas, arreglarlos para la escuela, dividirse entre el hogar, la escuela y el trabajo? Ahí no hablan de igualdad. Es fácil convivir solo un par de horas los fines de semana, en el caso de algunos padres responsables. Otros, sin embargo, exigen custodia compartida solo para que las abuelas cuiden a los niños los días que les corresponden, en lugar de aprovechar ese tiempo para fortalecer su vínculo como padres. En otros casos, ni siquiera eso: al terminar la relación con la madre, automáticamente borran del mapa a sus propios hijos.
Y a esto hay que sumarle las falsas justificaciones que ya se han convertido hasta en memes en las redes sociales: "No veo a mis hijos porque su madre está loca" o "No me deja verlos porque me exige más dinero, y ni siquiera es para mis hijos, es para sus salidas, sus uñas, su ropa, y para eso que gaste el nuevo". Como si $300, o siendo optimistas, $1,000 a la quincena, cubrieran todos los gastos que conlleva mantener a un hijo. Es irrisible que muchos padres piensen que cumplir la ley es un favor. Por cierto, ante la duda, siempre revisen el registro de deudores alimenticios estatal (aún pendiente su implementación efectiva en Guerrero, por cierto).
Conclusión: Tu hijo o hija es siempre tu responsabilidad ¡Punto!