En México, diciembre es un mes único, lleno de color, aroma y sabor singulares. Predominan colores cálidos o multicolores, especialmente el rojo, verde y dorado; el olor a rico ponche, con su mezcla de canela, pasas, tejocote, manzanas, caña, guayaba, jamaica y piloncillo, inunda los hogares. Los sabores de la temporada incluyen el delicioso pavo, bacalao, romeritos o lomo relleno de frutos secos al horno, acompañado de la tradicional ensalada de manzana. Y no puede faltar ese sonido peculiar, el "tuki tuki tuki", que nos anuncia que las Fiestas Decembrinas han llegado.
Oficialmente, la temporada navideña inicia el 16 de diciembre y concluye el 6 de enero, marcada por las Posadas, donde se recrea el peregrinaje de María y José hacia Belén para el nacimiento de Jesús. Durante estas fiestas se rompe una piñata de siete picos, cada uno representando un pecado capital. En compañía de familia y amistades, se cantan villancicos que llenan el ambiente de alegría.
La Navidad simboliza la unión familiar, la esperanza y el perdón. Con el nacimiento del Niño Jesús, se busca que reine la paz y la gratitud. Los fieles católicos acuden a la Misa de Gallo para dar gracias y, al término de la ceremonia, se reúnen para compartir la cena, realizar intercambios de regalos y disfrutar una velada memorable con sus seres queridos.
En otros países, las celebraciones navideñas son muy diferentes. En el hemisferio sur, por ejemplo, diciembre está asociado con el verano y el calor. En lugares como Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica, se festeja al aire libre, en la playa, e incluso surfeando con disfraces de Papá Noel. Las familias se reúnen para disfrutar de asados y otras actividades propias del clima cálido, sin perder el espíritu navideño.
En Japón, la tradición navideña ha tomado un giro peculiar desde la llegada de la empresa KFC en los años setenta. Para evitar el estrés de preparar la cena, muchas familias optan por cenar pollo frito en Nochebuena. Esta costumbre se ha vuelto tan popular que es necesario hacer reservaciones con anticipación, ya que los restaurantes se llenan rápidamente y las filas pueden ser interminables.
En Filipinas, las celebraciones navideñas comienzan en septiembre y culminan en diciembre. Su Fiesta Mayor es la de los Farolillos Gigantes, elaborados con bambú e hilo de seda. Estas impresionantes creaciones son parte de una competencia en la que se busca el farolillo más bello.
En Europa Central, destaca la figura de Krampus, un personaje que protagoniza la "Noche de Krampus" el 5 de diciembre. Durante esta celebración, se realiza un desfile en el que Krampus asusta a las niñas y niños que no se han portado bien, añadiendo un toque peculiar a las tradiciones navideñas de la región.
En Grecia, el plato principal de la mesa navideña es el cordero asado, símbolo de renovación. Además, los barcos pesqueros se decoran con adornos navideños. Una tradición especial ocurre el 1 de enero, en la Celebración de San Basilio. Mientras los niños duermen, este santo deja regalos y dulces. También se prepara la Vasilopita, un pastel que contiene una moneda escondida, y a quien la encuentra se le augura buena suerte durante el año.
A pesar de las diferencias culturales y climáticas, las diversas formas de celebrar la Navidad coinciden en resaltar la unión familiar, la paz y la armonía. El Nacimiento de Jesús se convierte en un momento de reflexión, perdón y amor hacia nuestro prójimo, recordándonos el verdadero significado de estas fechas.