La educación financiera es el conjunto de conocimientos y habilidades necesarios para el manejo adecuado del dinero, orientado a mantener finanzas sanas, controlar gastos y presupuestos, generar ingresos y mantener un historial crediticio positivo.
Sin embargo, México se encuentra por debajo del promedio en educación financiera, según un estudio que mide este nivel. Traducido en términos de calificación, el promedio es de 6, mientras que México obtiene una puntuación de 5.8, lo que significa que estamos reprobados. En términos prácticos y teóricos, las y los mexicanos entendemos los efectos de la inflación, sabemos que es beneficioso diversificar ingresos y emprender, pero aun así, acumulamos deudas con tarjetas de crédito, carecemos del hábito del ahorro y no reinvertimos las ganancias de nuestros emprendimientos, sino que las gastamos. A menudo justificamos este comportamiento con frases como “para eso trabajo”, “me merezco un gusto” o “el dinero va y viene”. Además, gastamos más de lo que ganamos y no organizamos adecuadamente nuestros gastos. Nuestros conocimientos sobre temas como presupuestos, costos, finanzas y matemáticas financieras son mínimos, y estas áreas solo se enseñan en programas académicos de carreras como Contaduría o Administración, cuando deberían integrarse en la educación desde etapas tempranas, como preescolar. Estos son conocimientos básicos de la vida cotidiana que contribuirían a generar, desde la infancia, hábitos y actitudes hacia una vida financiera saludable.
No solo es importante incluir la educación financiera en los programas educativos, sino también en los programas sociales enfocados en el impulso al emprendimiento. En general, estos programas ofrecen artículos o efectivo, pero no brindan una base de educación financiera que minimice el riesgo de fracaso y fomente el crecimiento de los nuevos negocios. Se entrega el apoyo y se deja a las personas sin una guía; muchos, debido a mentalidades y hábitos inadecuados, solo buscan el dinero del programa para pagar deudas o gastarlo en cosas que no benefician al emprendimiento.
En Zihuatanejo, Guerrero, la administración pasada y la actual han dado continuidad al Programa Mujer Emprende, donde, para obtener el apoyo económico (que no es a fondo perdido, sino un préstamo que ayuda a generar hábitos de pago oportuno y un historial crediticio sano), además de los artículos para fortalecer el emprendimiento, se debe aprobar el Taller de Educación Financiera Básica. Este programa fue elaborado por la Dra. Norma Lilia Olvera Campos del Instituto Tecnológico de la Costa Grande, junto con un equipo de docentes y estudiantes destacados de la carrera de Contaduría. Asimismo, la Colectiva Feminista Atmósfera Violeta, en colaboración con el instituto, ofrece el taller cada jueves de forma presencial para mujeres emprendedoras, jefas de familia o en situación de vulnerabilidad y violencia, con el objetivo de erradicar la violencia económica.
Ojalá pronto se integre la materia de Educación Financiera en los programas educativos y en todos los programas sociales.