21 marzo 2025

Mujeres sin máscara: desenmascarando la estafa de la feminidad

La feminidad es un concepto construido a lo largo de la historia con el objetivo de definirnos. Sin embargo, detrás de esta idea aparentemente inofensiva se esconde una estafa que ha servido para oprimir y marginar a las mujeres.

Esta gran estafa nos ha convertido en presas de un estrés constante por encajar en los estándares de belleza. Se nos ha impuesto cómo debemos comportarnos, vestirnos, hablar e incluso pensar. Así, la construcción de la feminidad ha sido utilizada como herramienta para limitar nuestras oportunidades y restringir nuestra libertad.

Los estándares de belleza dictan características como cierto tipo de cuerpo, altura o peso, y caer en esta trampa suele conllevar riesgos para nuestra salud. Sin importar la capacidad económica, muchas mujeres recurren a personal incompetente para someterse a tratamientos estéticos, cirugías o consumir productos que prometen juventud eterna. Además, abundan los llamados “trucos” para disimular lo que no encaja en los cánones de belleza. Esto genera un impacto emocional devastador, deteriorando la autoestima y provocando inseguridad y falta de valoración personal. Paradójicamente, son nuestras diferencias y particularidades las que nos hacen únicas.

Por ello, es fundamental generar conciencia sobre la importancia de no opinar sobre los cuerpos ajenos. Esto no implica defender condiciones de salud como la obesidad o la diabetes, sino promover el respeto y rechazar el bullying. Cada persona es valiosa a su manera y merece ser tratada con dignidad.

Es necesario cuestionar y desafiar los estándares y expectativas que nos han sido impuestos. Para ello, debemos adoptar una actitud crítica y estar dispuestas a cuestionar la autoridad. Comprender a fondo cómo la feminidad ha sido utilizada como una herramienta de control y opresión es el primer paso.

Al desenmascarar esta estafa, podremos avanzar hacia la construcción de una sociedad más justa y equitativa para todas las personas.