Muy ad hoc este tema en este mes “romántico”. Es necesario hablar sobre la construcción del amor y su peligrosidad cuando se basa en creencias sobre lo que “naturalmente” debe ser, pero que en realidad están contaminadas por el patriarcado. Esto, en consecuencia, puede ser peligroso para nuestra integridad y amor propio.
Los mitos del amor romántico se han transmitido de generación en generación y los hemos adoptado sin darnos cuenta. Aunque son ficticios, irracionales y fantasiosos, han moldeado nuestras ideas sobre las relaciones. Los más comunes son los siguientes:
Mito de la media naranja. Se basa en la idea de que nuestro destino ya está marcado, que existe una persona ideal que nos complementa, nuestra "alma gemela", con quien compartimos afinidad, complicidad y una química perfecta.
Mito del emparejamiento o de la pareja. Consiste en asumir que las relaciones deben darse exclusivamente entre un hombre y una mujer, estableciendo la heterosexualidad como norma.
Mito de los celos. Esta creencia, sumamente dañina, sostiene que mientras más celos haya, más amor e interés existen, pues son signo de protección y miedo a perder a la pareja. Sin embargo, los celos reflejan inseguridad, egoísmo y opresión. En los casos más extremos, pueden llegar a poner en riesgo la vida.
Mito de la equivalencia. Se presenta cuando, en una relación de varios años, la efusividad y la pasión iniciales disminuyen. Se asume automáticamente que esto significa falta de amor y que la única solución es terminar la relación. Sin embargo, el amor puede seguir existiendo, solo que las responsabilidades aumentan, las dinámicas cambian y la intensidad inicial se transforma en otras formas de vínculo.
Mito de la omnipotencia. Representado en frases como "el amor lo puede todo", es un concepto ampliamente promovido por la religión. Es una creencia peligrosa porque obliga a permanecer en una relación incluso cuando afecta la salud mental, la felicidad o los sueños personales. Se toleran faltas de respeto, infidelidades e incluso violencia bajo la idea errónea de que "el amor es suficiente para superar cualquier obstáculo". Pero no, el amor no justifica el sufrimiento.
Mito del matrimonio. Sostiene que el amor, la pasión, la intimidad y la sexualidad solo pueden vivirse plenamente dentro del matrimonio, visto como la máxima institución del amor. Esta idea, promovida principalmente por la Iglesia, sugiere que para que una relación sea sólida, real, formal y estable, debe formalizarse en matrimonio. De lo contrario, se considera un pecado o una relación sin legitimidad.
Mito de la perdurabilidad. Relacionado con el mito del matrimonio, se basa en la creencia de que el amor debe durar para siempre, bajo el ideal de "hasta que la muerte los separe". Aunque muchas personas desean relaciones duraderas, la realidad es que existen diversas circunstancias que pueden llevar a su permanencia o a su fin.
Estos son solo algunos de los mitos del amor romántico. Seguramente, al leerlos, identificaste varios. Rompamos con estas creencias que pueden ser perjudiciales tanto a nivel personal como en pareja. Fomentemos el amor propio: si te amas a ti mismo, podrás amar a otra persona de forma sana.