La serie Mad Men, ambientada en el Nueva York de los años 60, retrata los inicios de la publicidad moderna y expone de manera cruda cómo esta industria construyó estrategias para idealizar productos, moldeando los deseos de las personas según las narrativas dominantes de la época. Este contexto histórico se sitúa en el periodo posterior a la Guerra de Corea, cuando la sociedad buscaba reubicar a las mujeres, que habían asumido roles laborales durante el conflicto, de regreso al espacio doméstico.
El término Mad Men hace referencia a los hombres que trabajaban en agencias de publicidad en Madison Avenue. Entre ellos destaca Don Draper, el protagonista, quien personifica el ideal masculino de la época: atractivo, joven, exitoso, adinerado y heterosexual. Sin embargo, detrás de esa fachada se esconde un hombre cruel, cuya conducta no solo refleja, sino también perpetúa un sistema de valores que normaliza la violencia masculina, tanto entre hombres como hacia las mujeres. Además, Draper vive atrapado en la mentira de su identidad, una carga que para alguien como él resulta abrumadora. La pérdida de honor frente a otros hombres se convierte en un conflicto central, incluso más importante que sus vínculos amorosos y afectivos..
Draper reproduce estereotipos de género a través de sus ideas publicitarias y actitudes: ejerce violencia verbal contra sus compañeras de trabajo, cosifica a las pocas mujeres en la oficina, es infiel, negligente en sus responsabilidades familiares, y alcohólico. Aunque no es físicamente violento ni un criminal, su comportamiento encarna formas cotidianas de violencia que van más allá de los golpes. En este sentido, el título "Mad Men" parece quedarse corto, pues no solo alude a la "locura" de estos hombres, sino también a la forma en que sostienen un sistema opresivo.
Actualmente, en la era de las redes sociales, presenciamos discursos que surgen como respuesta a la creciente emancipación femenina. Mientras más mujeres alzan la voz y luchan por ejercer sus derechos, ciertos hombres, al sentir amenazados sus privilegios, buscan refugio en narrativas simples y comunidades que ofrecen respuestas inmediatas a su desconcierto. Así, figuras públicas que se autodenominan "coaches de masculinidad" propagan ideas que, aunque no implican violencia física directa, perpetúan actitudes y dinámicas que son profundamente violentas.
El 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se realizan campañas, anuncios y acciones simbólicas para visibilizar la necesidad de erradicar esta problemática. Sin embargo, en las conversaciones cotidianas o en redes sociales, frases como "no todos los hombres" buscan minimizar la responsabilidad colectiva, reduciendo la violencia únicamente a sus expresiones más visibles o normadas.
Lo cierto es que la violencia de género se reproduce en lo cotidiano: en comentarios despectivos hacia lo femenino ("eso es para viejas"), en la cosificación de las mujeres ("esa vieja es bien fácil") o en la valoración de las mujeres únicamente por su apariencia física. Estas actitudes contribuyen a normalizar un sistema que permite y perpetúa la violencia.
De acuerdo con cifras del INEGI y ONU Mujeres, en México hay 61.5 millones de mujeres, de las cuales el 63% mayores de 15 años han experimentado algún tipo de violencia; 1 de cada 4 mujeres ha enfrentado discriminación en el ámbito laboral, y el 36.7% vive en pobreza moderada, mientras que el 9.6% está en pobreza extrema. En lo que va de 2024, se han registrado 246 feminicidios.
El éxito de Mad Men quizás radica en su forma cruda y crítica de retratar una realidad que sigue resonando en las audiencias actuales. Aún hoy, el honor masculino continúa siendo un tema central para muchos hombres, incluso frente a problemáticas tan graves como las evidenciadas por los datos. La próxima vez que escuches "no todos los hombres", recuerda que cada acción cuenta: cada conversación, video compartido o "me gusta" a discursos que promueven la supremacía masculina contribuye a la aceptación y perpetuación de la violencia contra las mujeres.