7 marzo 2025

La revolución de las mujeres: el 8M no es una celebración

"Día Internacional de la Mujer" suena bonito, como si fuera una fecha pensada para reconocernos a nosotras, para celebrar nuestra existencia. Pero, en realidad, este día ha sido desviado hacia una interpretación superficial, reducida a verbenas, fiestas y felicitaciones, cuando su verdadero significado es la conmemoración de la lucha por nuestros derechos y la visibilización de las desigualdades que aún enfrentamos.

¿De qué nos sirve un solo día cuando, incluso el mismo 8M, seguimos siendo oprimidas, agredidas y violentadas? No solo nos arrebatan nuestro derecho a la libertad de expresión, sino todos los derechos que deberían ser nuestros sin discusión. Nos llaman "locas", "salvajes", "agresivas", y, peor aún, se espantan con la palabra "feminista". Pero ese mismo espanto, odio y repulsión no lo sienten al leer, cada día y a cada minuto, sobre una nueva mujer o niña violada, desaparecida, asesinada, o sobre un agresor en un puesto de poder.

El problema no somos las feministas. El problema es el patriarcado y la misoginia interiorizada que ha sembrado el machismo en nuestro propio género para dividirnos.

¿Qué mujer de tu vida tiene que desaparecer, ser agredida o asesinada para que dejes de ser indolente?

¡Lucha! Es tu lucha también. Que tus privilegios no te cieguen. Mientras lees esto, niñas y mujeres están siendo convertidas en madres a la fuerza, cada cuatro minutos una mujer o niña es violada, el 72% de la violencia sexual ocurre dentro del entorno familiar, y todavía hay uniones forzadas a temprana edad. Muchas veces, incluso las obligan a casarse con su propio agresor. Niñas son vendidas para saldar deudas familiares, convirtiéndolas en mercancía, intercambiadas por una vaca, un cartón de cervezas o, en el peor de los casos, con un precio fijado según su edad y virginidad: si son vírgenes, hasta 300,000 pesos.

¿De verdad crees que esta revolución violeta no es justa, digna y necesaria? ¿No te indigna leer estas cifras? ¿Prefieres hacerte de la vista gorda y seguir de largo?

Hasta que la dignidad se haga costumbre.
Hasta que el machismo muera.
Hasta que la igualdad llegue.
Hasta que podamos vivir sin miedo y en libertad.

Termino con esta poderosa frase de Audre Lorde:
"No seré una mujer libre mientras siga habiendo mujeres sometidas."