En medio del caos, el smog y el tráfico de la Ciudad de México, hay secretos que resisten el paso del tiempo. Secretos que se esconden entre colonias, avenidas y plazas comerciales. Son las pirámides secretas de la CDMX, vestigios de un pasado remoto que nos recuerdan que, antes de ser una de las ciudades más grandes del mundo, este lugar fue el corazón de grandes civilizaciones. Hoy, repasamos los sitios arqueológicos que sobreviven en la vorágine urbana.
Cuicuilco: La pirámide redonda y el volcán que lo cambió todo
En el sur de la ciudad, en la zona de Tlalpan, se encuentra Cuicuilco, una de las zonas arqueológicas más antiguas del Valle de México. Su pirámide circular es única en Mesoamérica y data de alrededor del 800 a.C., cuando aquí floreció una de las primeras sociedades complejas de la región.
Cuicuilco fue un centro ceremonial importante, pero su destino cambió para siempre con la erupción del volcán Xitle, que cubrió todo con lava y obligó a sus habitantes a huir. Hoy, la pirámide de Cuicuilco emerge entre modernos edificios y avenidas, como un recordatorio de que la naturaleza siempre tiene la última palabra.
Tlatelolco: la pirámide gemela de Tenochtitlán
Aunque no es exactamente "secreta", la pirámide de Tlatelolco suele quedar eclipsada por su hermana mayor, el Templo Mayor de Tenochtitlán. Sin embargo, este sitio tiene una historia fascinante. Fue el principal mercado de los mexicas y también un centro ceremonial importante.
Hoy, la pirámide de Tlatelolco se alza en medio de la Plaza de las Tres Culturas, un lugar donde conviven el pasado prehispánico, la arquitectura colonial y la modernidad. Es un sitio que resume la compleja historia de México en un solo lugar.
El Cerro de la Estrella: donde se encendía el Fuego Nuevo
En Iztapalapa, el Cerro de la Estrella (o Huizachtecatl, en náhuatl) es un lugar lleno de magia y significado. Aquí, los mexicas celebraban la ceremonia del Fuego Nuevo, un ritual que se realizaba cada 52 años para evitar que el mundo se acabara.
En la cima del cerro se encuentran los restos de una pirámide y un adoratorio. Aunque no es tan grande como otras estructuras, su importancia histórica y simbólica es enorme. Además, desde aquí se tiene una vista impresionante de la ciudad, un contraste entre lo antiguo y lo moderno que te deja sin aliento.
Mixcoac: La pirámide olvidada
En la colonia San Pedro de los Pinos, casi escondida entre casas y calles, se encuentra la pirámide de Mixcoac. Este sitio fue un centro ceremonial dedicado a Mixcóatl, el dios de la cacería. Aunque hoy solo quedan algunos basamentos y estructuras, es un lugar que nos habla de la grandeza de los pueblos que habitaron esta región antes de los mexicas.
Mezaepec: El misterio de la pirámide perdida
Aunque no hay mucha información sobre Mezaepec, se cree que en esta zona, ubicada en el sur de la CDMX, hubo un asentamiento prehispánico con estructuras piramidales. Hoy, el crecimiento urbano ha hecho que estos vestigios queden casi ocultos, pero aún hay quienes buscan rescatar su historia.
Tenayuca: La pirámide de las serpientes en la CDMX
Al norte de la Ciudad de México, en Tlalnepantla, se encuentra Tenayuca. Esta pirámide, construida por los chichimecas antes de la llegada de los mexicas, es un ejemplo impresionante de la arquitectura prehispánica. Su nombre en náhuatl significa "lugar amurallado", y no es para menos: la estructura está rodeada por un coatepantli, un muro decorado con serpientes de piedra que representan a Xiuhcóatl, la serpiente de fuego asociada al dios Huitzilopochtli. Estas serpientes, con sus fauces abiertas, custodian el espacio sagrado y nos recuerdan que, antes de los rascacielos y las avenidas, aquí hubo un centro ceremonial lleno de vida y rituales.
Su estructura, con dos templos en la cima dedicados a Tláloc y Huitzilopochtli, fue construida en varias etapas, lo que la convierte en un libro de piedra que narra la historia de las culturas que habitaron el Valle de México.
Las pirámides secretas de la CDMX son más que simples estructuras de piedra: son testigos mudos de la historia de estos territorios y son excelentes opciones para salir y conocer la CDMX más allá de lo ordinario.