Hoy, 25 de septiembre, cumpliría 72 años bell hooks, una de las pensadoras más influyentes del feminismo contemporáneo y una figura clave en la lucha por la justicia social. A lo largo de su vida, hooks se dedicó a desmantelar las estructuras de poder que perpetúan la opresión, destacando especialmente por su crítica interseccional del racismo, el sexismo y el capitalismo. Aunque su legado es vasto, uno de los momentos más excepcionales de su carrera fue la publicación de su libro "Ain't I a Woman?" en 1981, un texto que redefinió el feminismo al colocar en el centro las experiencias de las mujeres negras.
En "Ain't I a Woman?", hooks ofreció una crítica radical al feminismo hegemónico, argumentando que las mujeres negras habían sido históricamente excluidas tanto de los movimientos feministas como de los de derechos civiles. En este sentido, su obra abrió un espacio crucial para el feminismo negro, subrayando que no se podía entender la opresión de las mujeres sin considerar la intersección entre raza, clase y género. Este análisis fue revolucionario, ya que planteó que el feminismo debía abordar todas las formas de opresión simultáneamente para ser verdaderamente inclusivo y eficaz.
Una de las ideas más poderosas que surgieron de su trabajo fue su insistencia en que el feminismo no solo se trata de luchar contra el patriarcado, sino también de enfrentar al racismo y el capitalismo como sistemas interconectados que perpetúan la opresión. Esta visión interseccional fue uno de los aportes más innovadores de hooks y sigue siendo fundamental para el feminismo actual, que ha adoptado ampliamente este enfoque para incluir las diversas experiencias de las mujeres. Además, ha sido tomado como punto de partida para los desarrollos de los feminismos negros en América Latina y el Caribe.
Otro momento clave en el ideario de bell hooks fue su reflexión sobre el amor como una fuerza política. En "All About Love" (2000), hooks argumentó que el amor es una praxis revolucionaria que tiene el poder de transformar las relaciones humanas y las estructuras de poder. Para ella, el amor no debe limitarse a lo personal, por el contrario, debe expandirse a lo político, como una herramienta para desafiar la deshumanización y el individualismo inherente al capitalismo. Esta idea fue especialmente significativa en un contexto donde las relaciones afectivas suelen considerarse apolíticas.
hooks también fue una educadora comprometida, influenciada por el pedagogo brasileño Paulo Freire. En su obra "Teaching to Transgress" (1994), planteó que la educación debe ser un espacio de resistencia y libertad, donde los estudiantes puedan cuestionar las estructuras de poder y desarrollar una conciencia crítica. Su enfoque en la pedagogía transformadora ha inspirado a generaciones de docentes y activistas que ven en la educación una vía para la emancipación.
A 72 años de su nacimiento, y a próximos tres años de su muerte, el pensamiento de bell hooks sigue resonando en los imaginarios colectivos de resistencia feminista, negra y anticapitalista.
“No tenemos que amar, elegimos amar. Cuando entendemos al amor como la voluntad de nutrir nuestro crecimiento espiritual y el de los demás, queda claro que no podemos afirmar que amamos si somos dañinos y abusivos. El amor y el abuso no pueden coexistir”. b.h.